- Obra emblemática
Restauración de la colegiata Notre-Dame d’Auffay
Notre-Dame d’Auffay es una antigua colegiata que se encuentra en la comuna francesa de Val-de-Scie (antiguamente llamada Auffay) en Normandía. . El edificio, erigido en el siglo XI, fue declarado monumento histórico. Desde 2017, se han realizado obras de restauración en el lugar. Actualmente, se lleva a cabo una renovación de gran envergadura en la […]
Notre-Dame d’Auffay es una antigua colegiata que se encuentra en la comuna francesa de Val-de-Scie (antiguamente llamada Auffay) en Normandía. . El edificio, erigido en el siglo XI, fue declarado monumento histórico.
Desde 2017, se han realizado obras de restauración en el lugar. Actualmente, se lleva a cabo una renovación de gran envergadura en la aguja. Esto representa un auténtico desafío técnico que permitirá devolver todo el esplendor de antaño a este monumento.
Un desafío técnico a 72 metros de altura
La restauración de la aguja de la colegiata Notre-Dame d’Auffay es la última fase de una obra que se empezó hace seis años. Para lograr este objetivo, los equipos realizaron una detallada planificación con obras realizadas en seis etapas diferentes: un tramo fijo y cinco condicionales.
La etapa final, que corresponde a la renovación completa de la aguja, se considera como la más compleja técnicamente, en cuanto a volumen y altura, con un uso de 36 niveles de andamio en 72 metros de altura. Esta última intervención debe durar un mínimo de seis meses y representa una etapa fundamental en la conservación de este extraordinario monumento histórico.
Esta etapa consiste en retirar la cima de la aguja, que consta de piedras, para reconstruirla de manera idéntica. Asimismo, deben cambiarse la cruz y el gallo de metal.
Soluciones a medida para un proyecto de envergadura
Tubesca-Comabi fue seleccionada para este proyecto, por lo que se encarga del abastecimiento, montaje y desmontaje de los andamios durante toda la obra.
Para satisfacer las necesidades particulares de este proyecto, se utilizó un andamio exterior multidireccional M368 de 1 metro de anchura.
La mayor proeza técnica se logró en la aguja, donde se instaló un andamio autoestable de 25 metros de altura.
Además, se instaló un andamio interior en la sala de campanas y otro en la aguja, apoyado en una plataforma, para reforzar el andamio exterior y permitir a los canteros trabajar tanto dentro, como fuera del monumento.
Se instalaron redes de protección alrededor del campanario, con dos cabrestantes de suministro a 53 metros. Además, se instaló una escalera UNISTEP de 70 metros en el exterior para facilitar el acceso para los trabajadores.
Gracias a estos equipos, los responsables de la restauración pueden trabajar con seguridad y eficacia.
Desafíos técnicos y logísticos
Este proyecto de renovación conlleva una serie de limitaciones técnicas y logísticas importantes:
- El andamio externo de la aguja autoestable de más de 25 metros que requirió la instalación de un equipo específico que permitiera trabajar con completa seguridad a una altura de 72 metros.
- Los pies de los otros andamios apoyados en los tejados del transepto y la nave, donde hubo que tomar precauciones adicionales para evitar daños durante las obras.